#6

#14

Ya no temo la luz ni el cristal,
como cuando requemaba mi lengua tierna con licores
y azuzaba el fuego en mis entrañas para fundir metal.

Como moscas chocando contra la ventana,
no temo la luz ni el cristal.
Vuelven a elevarme las mareas de la colmena.
Sonrío mientras me zarandeas.

Descíframe el corazón
y hazme crecer las alas antes de que sea tarde.
Moldéalas para que no se quiebren,
he de volar alto.

Ya sabes que no tengo chispa,
que estoy hecho de fuego,
de fuego golpeado;
de luz y de cristal.

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